La pequeña y muy turística localidad de Maun, situada a las puertas del famoso delta del Okavango y la Reserva de Moremi, es una de las paradas turísticas más habituales en cualquier viaje por Botsuana. A pesar de su pequeño tamaño, Maun cuenta con aeropuerto internacional, desde el que salen además los vuelos escénicos en avioneta y helicóptero que sobrevuelan el delta del Okavango, así como los que sirven de transfer a las reservas y exclusivos Lodge privados que hay en el interior de Moremi.
El principal atractivo turístico de Maun es lógicamente el delta del Okavango. Considerada una de las principales maravillas naturales del planeta, el delta cubre una extensión superior a los 15.000 Km2, y tiene como curiosidad principal que no muere en el mar, sino en el interior de Botsuana, en las llanuras del desierto de Kalahari. En el delta habita todo tipo de fauna salvaje, destacando el gran número de elefantes e hipopótamos, aunque es posible ver también al resto de los llamados big five (León, leopardo, rinoceronte y búfalo). También hay especies únicas, como los leones nadadores, leones comunes que tuvieron que aprender a nadar para poder cazar en el delta, donde todo esta rodeado de agua. Para conocer el delta nada mejor que sobrevolarlo en vuelo escénico, o navegar por sus aguas a bordo de Mokoros, como hicimos nosotros.
El otro destino turístico aquí es la Reserva de Moremi que se extiende a lo largo de lado oriental de la desembocadura del delta del Okavango. Para acceder a la reserva y realizar safaris es en todo caso necesario un 4×4, y hay muchas zonas que, según el nivel del agua, resultan inaccesibles por tierra.
Qué hacer en Maun.
Todo en Maun y Moremi está muy enfocado al turismo de alto poder adquisitivo y no es fácil encontrar opciones económicas para realizar actividades turísticas, o conseguir alojamientos asequibles. Nada que ver con el otro centro turístico del país, Kasane, a las puertas del Parque Nacional de Chobe, donde la oferta turística es mucho mayor y hay opciones para todo tipo de viajeros.
Debido a esto, nosotros limitamos nuestra estancia en Maun a dos noches, dedicando un día completo a realizar una safari en Mokoro por el delta del Okavango, opción económica y original de conocer este lugar tan especial del planeta.
– Vuelos escénicos en avioneta o helicóptero sobre el Delta del Okvango.
Pueden realizarse tanto en avioneta, como en helicóptero, siendo esta segunda opción la más recomendable porque la vista no se ve entorpecida por el cristal de las ventanillas. Antiguamente, la actividad en avioneta resultaba económica, siendo además posible comprar los pasajes de forma individual.
Al tiempo de realizar nuestro viaje las empresas de avioneta exigen pagar por la avioneta completa. Nos pedían 850 USD por la avioneta de 6 personas, y 950 USD por la de 9 pasajeros (Major Blue (https://www.majorblueair.com/). Los vuelos tienen una duración de 45 minutos y todos los pasajeros tiene garantizada su propia ventanilla.
En helicóptero los precios son más elevados aún. Piden 530 USD para dos personas por vuelos de 45 minutos (Helicopters Horizons – https://www.helicopterhorizons.com/).
– Paseo en Mokoro por el Delta del Okavango.
El paseo en Mokoro, con safari a pie por alguna de las islas del delta, es una de las actividades más famosas que pueden realizarse en Maun. Fue la actividad por la que optamos nosotros y a ella nos referiremos más adelante. Junto a la típica excursión de un día, existe la posibilidad de contratar un tour de dos días haciendo noche de acampada en alguna de las islas interiores del delta del Okavango.
También es posible navegar por el delta de Okavango en lancha motora. Eso si, el ruido del motor, y la necesidad de ir por canales más profundos, le quitan cierto encanto a la actividad.
– Safari por la Reserva de Moremi.
Es posible realizar un safari con guía y 4×4 por el interior de Moremi. Preparando el viaje consultamos con algunas de las empresas que ofrecen este tipo de servicios y nos pareció muy caro. Llegaron a pedirnos por un día de safari para 3 personas 600 USD. Lo más barato que encontramos eran 140 USD por persona.
Si tienes 4×4 propio es posible acceder por tu cuenta a la reserva. En este caso, lo más aconsejable sería pasar un par de noches en alguno de los camps de la concesión comunitaria de Khwai, a las puertas de Moremi y Savuti (Parque Nacional de Chobe). Hay que tener en cuenta que los animales campan libremente por todas estas zonas, ya que no hay vallas ni alambradas, con lo que es posible ver la misma fauna en Khwai que la que puedes encontrar en la vecina reserva de Moremi.
Nuestra experiencia. Paseo en Mokoro y safari a pie por el Delta del Okavango.
Los Mokoros son unas sencillas canoas tradicionales, antiguamente construidas de una pieza de madera de Kigelia o ébano, aunque actualmente también se fabrican de fibra de vidrio, y constituyen el medio más idóneo de moverse por las aguas poco profundas del delta del Okavango. Son dirigidas por los Polers, que propulsan las canoas gracias a una pértiga de madera que van clavando en el lecho del rio para desplazar la embarcación.
En nuestro caso, contratamos la excursión directamente con la cooperativa local Okavango Kopano Mokoro Community Trust (OKMCT) (http://www.okmct.org.bw/) en sus oficinas (https://maps.app.goo.gl/c1GfcEGdWQxChmMDA) , ya que nos fue imposible contactar con ellos antes porque no contestan los correos electrónicos. Se trata de la cooperativa que tiene la concesión de una de las zonas más grandes del delta (La conocida como Ng32), y es con quien subcontratan las agencias locales e internaciones que ofrecen este tipo de excursiones a cambio de un incremento importante del precio.
Después de negociar con ellos nos dejaron la excursión para los tres en 70 €. Para llegar hasta el embarcadero desde donde parten los Mokoros es necesario contar con 4×4. Por suerte, conseguimos convencer a una de las amables trabajadoras de la oficina de la cooperativa para que nos llevara en el suyo, lo que nos costó 68 € más.
Como decimos, el camino hasta el embarcadero es bastante malo, siendo en todo caso necesario disponer de 4×4 para hacer el trayecto. Tardamos aproximadamente una hora en llegar al embarcadero, y el trayecto resultó toda una aventura. Encallamos un par de veces en las que no quedó más remedio que bajarse del coche y empujar para sacarlo del banco de arena.
Además, se atraviesan un par de emocionantes puentes de madera.
Una vez en el embarcadero, nos asignaron dos mokoros con sus correspondientes pollers, uno de ellos el que sería nuestro guía y nos acompañaría durante el safari a pie. No está permitido ir más de dos personas, a parte del poler, en cada mokoro.
Estuvimos navegando por los canales del delta casi una hora hasta que paramos en una isla. Durante el trayecto pudimos ver los primeros hipopótamos y multitud de aves.
Ya en la isla, bajamos del mokoro e iniciamos nuestro safari a pie. El guía nos dio una serie de indicaciones, y puso especial énfasis en que fuéramos en fila india y pegados a el. Parece una tontería pero en el único momento en que me salí de la fila pise una enorme huella de elefante que me hizo caer al suelo. Lo peor es que caí con el objetivo de la cámara y rompí el anillo del zoom, de forma que desde aquel momento solo puede extenderlo de forma manual a modo de catalejo.
Durante el safari a pie pudimos ver jirafas, cebras, muchos hipopótamos, cocodrilos y búfalos. A pesar de que es relativamente fácil ver elefantes no tuvimos la suerte de cruzarnos con ninguno. El guía no enseñó también a identificar huellas y excrementos de animales, y nos contó curiosidades sobre cada uno de los animales y arboles que íbamos viendo.
El guía nos contó que en ocasiones pueden verse leones nadadores. La verdad es que debe asustar bastante encontrarse con un león, ya que aquí no tienes la protección del coche, con lo que solo queda confiar en que el guía lo vea con la antelación necesaria para guardar la distancia suficiente.
Pero no sólo hay que preocuparse de los leones, pasamos un rato de tensión cuando un búfalo que andaba solitario y aturdido se dirigió furioso hacia nosotros. Por suerte pronto se detuvo. El guía pasó un mal rato y nos hizo correr para alejarnos.
Después de dos horas de agradable paseo volvimos hasta donde habíamos dejado el mokoro para comer de picnic.
Tras la comida, y un descanso, subimos de nuevo al Mokoro para volver al embarcadero por otros canales distintos. Allí nos esperaba nuestra simpática conductora para llevarnos de vuelta hasta Maun.
La verdad es que la excursión nos resultó muy agradable. El paseo en mokoro es una forma muy respetuosa y tranquila de conocer el delta del Okavango. No dudamos que los vuelos escénicos permiten hacerte una mejor idea de la inmensidad del delta, y ofrecen una perspectiva mucho más espectacular, pero no permiten un contacto tan directo con la naturaleza como el que ofrece el paseo en mokoro. El safari a pie es además un importante aliciente por ser muy distinto al que se realiza en coche o 4×4.
Dónde alojarse y dormir en Maun.
Nosotros nos alojamos en, Thamalakane guest house (Maun – Botsuana) y no podemos dejar de recomendarlo. La calidad precio es excepcional. Habitaciones amplísimas con todo tipo de comodidades y super limpias. El staff es de lo mejor que nos encontramos en Botsuana. Tiene parking para coches, una pequeña piscina junto con un jardincito agradable. Si volviéramos a Maun repetiríamos con los ojos cerrados.
Si se va en 4×4 y prefieres alojarte en un camp creo que la mejor opción sería la de la concesión comunitaria de Khwai.
Dónde comer en Maun.
Las dos noches que pasamos en Maun nos acercamos a cenar al turistico Old Bridge Backpackers. Se trata de una camp-hostel que ofrece varios tipos de alojamientos, desde espacios para acampar con tu propio 4×4 a Bungalows privados, y que cuenta con un bonito restaurante. Si bien la comida no es memorable el ambiente viajero es muy agradable.