Día 9: Ella. Excursión Little Adam´s Peak y Nine Arch Bridge.
Subida al Little Adam´s Peak en Ella
Si hasta ese momento el trayecto es sencillo, la cosa se complica en el tramo final donde el desnivel es más pronunciado y para salvarlo hay que subir, como no, una larga ristra de escalones. Como les gusta a esto Srilankeses los escalones. Menos mal que después de los subidos en Mihintale, Sigiriya y Dambulla, estos saben a poco.
Desde lo alto del Littel Adam´s Peak, se aprecia perfectamente el valle que conduce hasta la costa, la cascada de Rawana. y el imponente Ella Gap, al que se puede ascender también en un trekking que discurre por las vías de tren. Estuvimos un buen rato allí arriba disfrutando de las vistas mientras nos reponíamos de la ascensión.
Descanso en el 98 Arches Resort
De bajada, en lugar de volver por nuestros propios pasos, decidimos tomar rumbo hacia el lujoso 98 Arches Resort. Es muy recomendable tomar algo en la agradable cafetería del resort, desde la que se tienen unas inmejorables vistas de las montañas que rodean Ella.
Una pena que el uso de la piscina este restringido para los huéspedes. Martina no alcanzó a comprender porque no se podía bañar allí con lo apetecible que se veía. Se accede por un sendero que parte desde la base de Little Adam´s Peak, nada más terminar del tramo de escalones.
Continuamos el Trekking con la visita del puento de los 9 arcos (Nine Arches Bridge)
Tras comer algo, proseguimos el camino de bajada, pasando frente a la Newburgh Green Tea Factory. Como ya habíamos visitado el día anterior la de Mackwood, decidimos prescindir de su visita para continuar el camino en dirección al puente de los 9 arcos.
El camino se hacía más largo de lo esperado, hasta que de pronto, al fondo del valle, pudimos ver el famoso puente. Paramos en una especie de cafetería desde la que se divisiva perfectamente el puente.
Martina se puso a jugar con el hijo del dueño, mientras este nos explicaba muy amablemente como atajar campo a través para llegar al puente a tiempo de ver pasar el tren de las 15:30. Poco le duró a Martina su nueva amistad, pues tuvimos que despedirnos rápidamente y bajar corriendo ladera abajo para llegar a tiempo del paso del tren.
La estampa del tren sobre el puente es verdaderamente sugerente, eso sí, hay que compartirla con la multitud de turistas que se agolpan frente al puente.
Desde el puente, hasta la estación de tren de Ella, hay una caminata de unos 45 minutos que discurre por las mismas vías del tren. En total fueron algo más de 11 kilómetros, y si bien es verdad el último tramo por las vías del tren se nos hizo totalmente prescindible, el resto del trekking mereció mucho la pena. Un día para recordar.
Ya en el pueblo, tras la ducha de rigor, optamos nuevamente por el Dream Corner para refrescarnos tomando unos batidos, antes de ir al Restaurante Roti Hut a cenar a base de sabrosos rotis y kottus rotis. Muy recomendable.