Son muchos los años que llevamos esperando poder viajar a Perú. Siempre ha sido un destino que teníamos en mente, y en 2020 parecía que por fin íbamos a cumplir nuestro sueño de visitar este atractivo país Sudamericano. Un país que aúna los must viajeros del Machupicchu y el Amazonas. Con nuestros billetes de avión comprados y nuestra ruta totalmente planificada llegó el COVID-19 y las restricciones de movimiento que llevaron a hacer imposible viajar ese año 2020, y no hubo más remedio que cancelar el viaje.
Por suerte, a principios del mes de enero de 2024, la compañía aérea Plus Ultra sacó una irresistible oferta de vuelos directos a Lima por 550 € por persona, ida y vuelta. A ese precio no podíamos perder la oportunidad de viajar a Perú y quitarnos esa espinita que teníamos clavada, así que no nos lo pensamos ni un segundo.
Tras comprar los vuelos la primera idea que teníamos en mente era repetir el viaje que ya teníamos planificado para el fatídico 2020. La ruta incluía los imprescindibles de Machupichu y Amazonas (Iquitos), el valle Sagrado, Cuzco, y la zona peruana menos turística pero muy interesante de Jaén y Chachapoyas. El caso es que pronto cambiamos de planes al ver que teníamos tiempo suficiente para combinar Perú, con otros destinos muy cercanos que siempre nos habían llamado mucho la atención: El Salar de Uyuni (Bolivia), y el desierto de Atacama (Chile). De aquí surgió la necesidad de ampliar el viaje nada menos que a tres países: Perú, Bolivia y Chile.
Cuadrar los tres países en 23 días de viaje exigía una planificación muy precisa, y auguraba una nueva gran aventura al estilo de la que habíamos realizado en 2023 visitando Botsuana, Namibia y Zimbabue. Otro viaje lleno de kilómetros combinando paisajes desérticos, selva y la interesantísima civilización Inca.
A ello se unía la altura, ya que la mayor parte del viaje la pasaríamos a más de 3.000 msnm, algunos días a bastantes más, con la incertidumbre de cómo afectaría a nuestros organismos la falta de oxigeno que esto conlleva. A este respecto conviene planificar el itinerario para que haya una aclimatación lo más progresiva posible a la altura.
Cómo siempre, los miedos iniciales propios de cualquier aventura de esta envergadura se van mitigando según se va preparando el viaje y se obtiene información de boca de otros viajeros que ya pasaron por allí. Como siempre también, de vuelta en casa escribiendo estas notas sobre lo vivido, todo se ve mucho más fácil de lo que podíamos pensar inicialmente, y lo que es mejor, se recuerda mucho más alucinante de lo que ya de por si pensábamos que iba a resultar el viaje recorriendo tras fantasticos países como Perú, Bolivia y Chile.
Cómo preparar un itinerario para viajar por libre por Perú, Bolivia y Chile.
A la hora de preparar el itinerario de nuestro viaje por libre por Perú, Bolivia y Chile partimos de las siguientes premisas fundamentales:
El punto de partida y destino principal era Perú, y como todo viajero que pasa por este país, era imprescindible visitar Machu Picchu, la que es considerada una de las siete maravillas del Mundo Moderno. Junto con el Cristo Redentor, es la única que nos faltaba por conocer. Lógicamente, Machu Pichu conlleva visitar también el Valle Sagrado y la ciudad de Cuzco, con los interesantes vestigios de la cultura Inca que impregnan toda esa zona. El otro emplazamiento peruano que no queríamos perdernos era el Amazonas. Es verdad que después de haber visitado la selva de Borneo (tanto la parte Malaya como el Kalimantan Indonesio ) sabíamos que la Amazonía no nos iba a sorprender tanto, pero no podíamos dejar pasar la oportunidad de visitar esta mítica selva estando tan cerca. Sabiendo que sería la última parte del viaje, que íbamos ya muy justos de días, y que tampoco teníamos unas expectativas muy altas, decidimos abandonar la idea inicial de visitar Iquitos y terminamos decantándonos por Puerto Maldonado, mucho más próximo a Cuzco y más asequible en todos los aspectos. Nos quedó por conocer la famosa Montaña de 7 Colores, o su variante menos exigente, la Montaña de Palcoyo. Teníamos previstos visitar una de las dos montañas el último día que pasábamos en Cuzco. El caso es que cuando llegó la hora de hace el tour, el cansancio que llevábamos acumulado nos hizo desechar con mucha pena la idea.
De Bolivia estábamos locos por conocer el Salar de Uyuni. La verdad es que antes de preparar el viaje solo habíamos oído hablar del Salar como destino turístico destacable de Bolivia. Pronto decidimos incluir en el Itinerario el imperdible Parque Nacional de Eduardo Abaroa, que además se visita dentro de los tours clásicos que parten desde Atacama a Uyuni. También, en dirección a Cuzco, añadimos una noche en La Paz (La no capital de Bolivia), y dentro de las opciones para visitar el Lago Titicaca, no dudamos en decantarnos por la Isla del Sol frente a las mucho más turísticas opciones peruanas de Puno, y las islas flotantes de los Uros. De vuelta del viaje nos quedamos con las ganas de haber conocido más a fondo Bolivia. Haber visitado su parte de Amazonía y la ciudad de Sucre creo que nos habría encantado. Un país lleno de atractivos poco conocidos, y con una población que nos ha enamorado por su amabilidad y humildad.
De Chile teníamos que conformarnos con visitar únicamente el Desierto de Atacama. Un destino muy atractivo del que recelábamos un poco por tener muy reciente nuestra maravillosa visita del Desierto de Namibia al que pensábamos no iba a hacer sombra. De vuelta podemos asegura que nada tiene que ver un desierto con otro, y que el de Atacama merece muchísimo la pena y nos sorprendió enormemente. Eso sí, hay mucho Chile más allá de Atacama, así que no descartamos volver a visitar este enorme país que esconde otros enclaves tan atractivos como las Torres del Paine, La Isla de Pascua, Tierra de Fuego, Chiloé …
Con estas ideas iniciales quedaba lo más difícil que era cuadrar el itinerario para encajarlo en solo 23 días, más teniendo en cuenta además que para los trayectos teníamos que combinar aviones (Lima – Santiago de Chile, Santiago de Chile-Calama, Cuzco-Puerto Maldonado y Puerto Maldonado-Lima), coche de alquiler (Para los 4 días de Atacama), Tour en 4×4 (Para Uyuni y el Parque nacional de Eduardo Abaroa) e incluso algún traslado en bus cama (Uyuni – La Paz, y Isla del Sol – Cuzco).
Por si fuera poco, difícil la planificación, se une la dificultad añadida de tener que comprar las entradas a Machu Pichu y los billetes de tren hasta allí con bastante antelación. Los boletos para entrar a Machu Pichu se agotan varios meses antes, y también los billetes de tren más económicos para llegar y salir de allí. Y es que la visita de Machu Pichu es tan espectacular como complicada. Sólo es posible llegar hasta allí en tren turístico (Ollantaytambo – Aguas Calientes), o bien combinando un largo trayecto en furgoneta (5 horas) con un trecking (Mínimo 2 horas), o como ultima opción, haciendo el camino Inca (4 días de caminata).
Itinerario final.
Con esto, el itinerario final de nuestro viaje por Perú Bolivia y Chile quedó así:
- Día 1: Madrid- Lima (Vuelo)
- Día 2: Lima-Santiago de Chile – Calama (Vuelo x2)
- Día 3: San Pedro de Atacama
- Día 4: San Pedro de Atacama
- Día 5: San Pedro de Atacama
- Día 6: San Pedro de Atacama – P.N. Eduardo Avaroa (Tour 4×4)
- Día 7: P.N. Eduardo Abaroa – Uyuni (Tour 4×4)
- Día 8: Uyuni – La Paz (Bus Nocturno)
- Día 9: La Paz
- Día 10: La Paz – Copacabana – Isla del Sol
- Día 11: Isla del Sol – Copacabana – Cuzco (Bus Nocturno)
- Día 12: Cuzco
- Día 13: Cuzco
- Día 14: Cuzco – Ollantaytambo – Aguas Calientes (Tren)
- Día 15: Machu Picchu – Ollantaytambo (Tren)
- Día 16: Ollantaytambo – Cuzco
- Día 17: Cuzco
- Día 18: Cuzco – Puerto Maldonado (Vuelo)
- Día 19: Puerto Maldonado
- Día 20: Puerto Maldonado
- Día 21: Puerto Maldonado – Lima (Vuelo)
- Día 22: Lima – Madrid (Vuelo)
- Día 23: Madrid
Consejos, recomendaciones y aplicaciones móviles para viajar por Perú, Bolivia y Chile.
1º) La primera recomendación es comprar con antelación las entradas para Machu Pichu, y los billetes de tren para llegar hasta allí. Las entradas y los billetes de tren más económicos se agotan con rapidez.
2º) Por economía y practicidad es importante minimizar en la medida de lo posible el equipaje. Las compañías aéreas locales cobran elevadas tarifas por el equipaje. Los precios del equipaje facturado y de mano son a veces casi tan elevados como los propios pasajes. Además, es un viaje en el que los traslados son continuos con lo que no resulta nada cómodo acarrear con un volumen importante de equipaje. Resultado muy fácil y barato encontrar lavanderías donde hacer la colada en el día.
3º) Para moverse en las ciudades resulta muy económico y fácil utilizar Cabify o Uber. Eso si, según donde estes sale más barato un operador u otro, con lo que conviene comparar el precio del trayecto con ambas antes.
4º) Comprar tarjetas SIM locales para tener internet en el móvil. Es fácil y barato comprar las SIM locales de cada país con planes de datos. No es necesario llevar ninguna tarje SIM desde España, lo que además resulta bastante más caro. Eso si, no comprar las tarjetas en el aeropuerto de Lima porque salen mucho más caras.
5º) Es imprescindible llevar descargados los mapas offline de Google Maps, y también recomendable los de Maps.me para utilizarlos como GPS del coche en Atacama, ya que en gran parte de los trayectos no contaremos con cobertura de internet.
6º) Llevar ropa de abrigo. Tampoco es necesario que se trate de ropa de alta montaña, pero si conviene llevar varias capas (Plumas ligero + Forro Polar + guantes + gorro), sobre todo en la parte del Parque Nacional de Eduardo Avaroa y en Atacama, donde debido a la altura puede llegar a hacer bastante frio. Unas buenas botas de montaña también vienen muy bien.
7º) Para el Amazonas es importante también llevar unos buenos anteojos de 10X u 8X para disfrutar mejor de la fauna. Nosotros llevamos unos Slokey de 10×42 , y funcionan muy bien. Si os gusta la fotografía, es conveniente también meter en la maleta un bueno teleobjetivo. Para más información al respecto de la os invitamos a que visitéis el Post de “ Consejos y equipo recomendado para un safari fotográfico por África”.
8º) Para sacar dinero en efectivo de los cajeros, y pagar con tarjeta, sin pagar ningún tipo de comisiones, y al cambio oficial, es muy interesante la Tarjeta Visa Revolut. Se trata de una tarjeta visa que funciona junto con una aplicación móvil, que te permite hacer ingresos en la misma desde cualquier cuenta corriente, a modo de tarjeta monedero, con la que pagar y sacar dinero sin comisiones, y con el cambio oficial en cada momento. Siempre la utilizamos en nuestros viajes sin ningún problema. La hemos combinado con la tarjeta de My Investor (ANDBANK), que permite también hacer extracciones y pagos en moneda extranjera sin ningún tipo de comisión. Se puede pagar con tarjeta en casi todos los sitios. Openbak (Banco Santander), también ha sacado una tarjeta especial para viajar que a cambio de una pequeña cuota mensual permite hacer extracciones y pagos en moneda extranjera sin comisiones e incluye un interesante seguro de viajes.
9º) Como siempre que uno sale de viaje, ir con la mente abierta y dejar los prejuicios en casa.
Transportes. Vuelos, Coche de Aquiler y buses nocturnos.
- Vuelos internacionales:
– Madrid – Lima – Madrid. Los hicimos con la compañía española Plus Ultra. Lo único buen fue el super precio que conseguimos (550 € pp i/v). Para empezar la web de la compañía no permite siquiera comprobar tu reserva online y los canales de comunicación con la compañía son inexistentes. Solo es posible hacer el check-in online con 48 horas de antelación. El espacio entre asientes es muy justo, y los aviones carecen de pantallas multimedia. Por no tener, no disponen ni siquiera de cargadores USB. El catering que ofrecen es también muy justo.
- Vuelos Locales.
– Lima – Santiago de Chile.- Volamos con Sky Airline y todo fue correcto. Inicialmente teníamos previsto hacer el trayecto con Jet Smart, porque tenia un vuelo que nos permitía hacer noche el Lima sin perder mucho tiempo, pero de buenas a primeras nos lo cancelaron sin aviso. Luego tardaron casi un mes en reintegrarnos el importe de los billetes.
– Santiago de Chile-Calama, Cuzco-Puerto Maldonado y Puerto Maldonado-Lima: Los tres vuelos con LATAM y todo fue más que correcto. Cuidado porque el coste del equipaje (Facturado y de mano) es bastante elevado. En todos los trayectos nos ofrecieron días antes por correo electrónico pujar por un Upgrade para volar en preferente. En todos nos limitamos a ofrecer la puja mínima de 5 USD por personas y en todos terminamos volando en preferente, con más espacio y catering incluido por un precio ridículo.
- Coche de Alquiler para el desierto de Atacama:
Alquilamos un Volkswage T-Cross 4×2 con la empresa local United Rent a Car (Chilena Rent a car) a través de Rentalcars.com. Fueron 3 días completos por 112 €, que luego alargamos un día más por otros 40 € más.
El alquiler conllevaba una franquicia de 700 €, así que contratamos además un seguro de devolución de franquicia Cover4rentals que tan buen resultado nos dio en nuestro viaje de Namibia, Botsuana y Zimbabue, y que volvió a responder esta vez de maravilla ya que, como contaremos en el post correspondiente, tuvimos un accidente con un avestruz y dejamos el coche destrozado, tanto que nos cobraron los 700 € de franquicia (la reparación fue de más de 1.500 €) y Cover4rent no reembolsó luego todo.
- Autobuses nocturnos:
– Uyuni – La Paz.- Lo hicimos con la empresa Cisne Azul y tuvimos una gran experiencia. Tiene asientos reclinables a 160 grados, con lo que se puede dormir relativamente cómodo. Ofrecen además mantas y una botella de agua. El autobús estaba muy nuevo y limpio. Compramos los billetes de forma anticipada en la web de ticketsbolivia, y pudimos coger los 3 primeros asientos de la parte superior del autobús que son los mejores porque no tienes nadie delante.
– Copacabana – Cusco.- En este caso nos decantamos por la empresa Transzela y fue todo un desastre. Los autobuses son mucho más antiguos y la limpieza no es todo lo buena que debería. Lo peor, que no nos respetaron los asientos que teníamos reservados y que, aun no estando previsto, nos hicieron parar en Puno y en Juliaca, donde se subía y bajaba gente, con lo que fue muy difícil conciliar el sueño. La experiencia no fue nada agradable y apenas conseguimos dormir. Los billetes los compramos también en ticketsbolivia.
Dinero, cambio y Precios.
Utilizamos durante todo el viaje la tarjeta de Crédito REVOLUT y la tarjeta de MY INVESTOR. Ambas ofrecen la posibilidad de sacar dinero y pagar sin comisiones de ningún tipo.
Hay cajeros en todas las poblaciones, y los que utilizamos fueron libres de comisión por extracción o en el peor de los casos con pequeñas comisiones, salvo en San Pedro de Atacama donde los dos cajeros que hay cobran una comisión elevada. Con todo, tanto en San Pedro de Atacama como en Bolivia conviene llevar algunos euros, pues el cambio de euros a bolivianos es inexplicablemente mucho mejor allí que el oficial. Con los soles y los pesos chilenos sin embargo el cambio que vimos siempre fue bastante peor que el oficial.
Al tiempo de realizar el viaje el cambio oficial era de 1 € = 4,10 Soles Peruanos (PEN), 7,40 Bolivianos (BOB) y 1.010 Pesos Chilenos (CLP).
Los precios en San Pedro de Atacama nos resultaron bastante elevados. Se nota que es una zona destinada única y exclusivamente al turismo, y aunque claramente Chile es de los tres países el más caro, aquí los precios están muy por encima de la media del país. Lo mismo se puede decir de Cuzco, donde los precios están más inflados que en el resto del país por el turismo. En Bolivia sin embargo todo resulta mucho más barato y no se aprecia tanto el efecto del turismo en los precios.
Población local y Seguridad.
Salvo en algunas zonas de Lima donde la sensación de seguridad no es del todo plena, los tres países, o al menos las zonas que visitamos, nos parecieron totalmente seguras para los turistas, y no es necesario tomar precauciones extras más allá del sentido común.
En cuanto a la población local volvimos enamorados de los bolivianos. Todos los que nos cruzamos, incluida la gente que se dedica al turismo, resultaron amables, hospitalarios, humildes y muy nobles. Andamos con plena libertad por todo el país, incluso por las noches por la ciudad de La Paz, y nunca tuvimos el más mínimo sentimiento de inseguridad, sino más bien todo lo contrario.
No podemos decir lo mismo de los peruanos. Con ellos no tuvimos tanta suerte y, salvo contadas excepciones, la verdad es que nos volvimos con la sensación de no ser todo lo hospitalarios y empáticos con los extranjeros que cabria desear. Quizás se deba a que las zonas de Perú que visitamos están sometidas a bastante presión turística y que la gente que trata con los extranjeros vive de ellos y esta un poco “maleada”. Nuestra percepción mejoró bastante en la zona de Puerto Maldonado (Amazonas), ya que la población allí, es mucho más abierta y alegre.
Respecto de los chilenos poco podemos opinar. La zona que visitamos de San Pedro de Atacama y alrededores esta llena de expatriados y busca vidas de todas las partes del mundo, y los chilenos que allí nos encontramos viven del y para el turismo, con lo que realmente nada objetivo podemos decir de los Chilenos
Gastronomía y restauración:
La gastronomía peruana está cada vez más reconocida mundialmente, y lo es por méritos propios. Con nosotros además lo tenían muy fácil, porque somos fans empedernidos de los ceviches, los tiraditos, el aji, y el lomo saltado. Con todo, aun habiendo disfrutado mucho comiendo el Perú venimos un tanto decepcionados, pues saliendo de sus platos más famosos, encontramos que falta variedad, tanto en material prima, como en variedad de elaboraciones. Eso si, en variedades de papas y buenos emplatados en difícil superarles. A destacar los Ceviches de trucha que probamos en Cuzco y el Valle Sagrado. Aquí estamos acostumbrados por aquí a los ceviches de corvina o pescados de mar similares, y ciertamente el de trucha, que nunca habíamos probado, está muy bueno.
En cuanto a la boliviana, como gran parte del viaje lo ocupamos en el tour por Uyuni y Eduardo Avaroa que tenía incluida la alimentación, la gastronomía nos pareció bastante básica y humilde. Mención especial merece la quinoa, que allí es fantástica y la preparan muy bien. También nos encantaron las salteñas (empanadas típicas de Bolivia). Y recomendamos encarecidamente a quien valla a La Paz que no se pierda dos regalos gastronómicos que tienen allí. Uno el restaurante Popular, que por 12 € ofrece un excepcional menú de alta cocina imposible de superar. El otro, un poco más caro, pero también muy espectacular: Restaurante Mi Chola. Quién guste del buen comer y la alta gastronomía, no debería perderse ninguno de estos dos restaurantes si anda por La Paz.
De la gastronomía chilena poco podemos comentar porque en San Pedro de Atacama había comida de todos los lugares del mundo y poco probamos la gastronomía más autóctona. Si nos gustaron mucho las empanadas de pino, y el lomo a lo pobre.
Alojamientos.
Reservamos los hoteles y alojamiento en Booking con la opción de cancelación gratuita, a excepción de los que teníamos incluidos en el Tour del Salar de Uyuni.
Estos fueron los hoteles seleccionados durante nuestro viaje por libre por Perú, Bolivia y Chile:
– Casa de los Duendes (San Pedro de Atacama): Alojamiento económico para la media de San Pedro de Atacama. La habitación era amplia y estaba bastante limpia. Además, esta solo a 10 minutos caminando de la calle Caracoles. Lo peor es que el servicio es casi inexistente y a ratos el lugar da la sensación de estar algo abandonado. El alojamiento en San Pedro de Atacama es excesivamente caro, máxime viendo los estándares que ofrece.
– Hotel del Sal Cruz Andina (Uyuni): Lo teníamos incluido dentro del tour que contratamos para visitar el Salar de Uyuni desde San Pedro de Atacama. Es un hotel de sal (Todo, incluido parte del mobiliario, esta hecho con bloques de Sal), y tiene todas las comodidades necesarias, incluida calefacción y agua caliente. Nos gustó mucho.
– Altus Express Hotel (La Paz): Un 10 en todos los sentidos. Relación calidad precio inmejorable, en el centro de la Paz. Cuenta con todas las comodidades y atención de un moderno hotel de cuatro estrellas. Totalmente recomendable.
– Hotel Phaxsi (Isla del Sol): También muy recomendable. Esta situado junto al muelle principal de la isla (Comunidad Yumani), y fue este el motivo por el que lo elegimos, ya que así no teníamos que andar subiendo nuestro equipaje por las escalinatas que suben a la parte alta de la isla donde estan la mayoría de los hoteles. Las vistas al lago Titicaca son maravillosas desde la habitación. El desayuno en la terraza resulta inolvidable.
– Hotel Hacienda Cusco Centro Histórico (Cuzco): Un buen hotel de 4 estrellas a un paso de la plaza de armas de Cusco. Reservando con tiempo se consiguen buenos precios. El único pero es que todas las habitaciones dan a patios interiores lo que puede provocar molestias por el ruido del resto de huéspedes. Sin duda lo recomendamos.
– Casa Inka (Ollantaytambo): También muy recomendable para alojarse en Ollantaytambo. El personal es muy amable. Nuestra habitación era inmensa, estaba impecablemente limpia y las camas eran muy cómodas. El desayuno es también muy bueno.
– Hotel Enai (Puerto Maldonado): Una maravilla. Un ecohotel de diseño con una maravillosa piscina y jardín sobre el mismo rio Madre de Dios. Tanto los desayunos como las comidas en el restaurante son fabulosos. Aun estando cerca de la ciudad de Puerto Maldonado la sensación de estar en la selva es plena. Por las noches es fácil ver tarantulas (Dicen que son inofensivas) y luciérnagas por el jardín. Y por el día monos ardilla, caimanes y, si tienes suerte como nosotros, hasta un oso perezoso. Un pequeño lujo que bien merece la pena.
Perfil y experiencias previas fuera de Europa.
Pareja de 47 y 45 años y nuestra hija de 10 años. Túnez (2006); Turquía (2007); Norte de la India (2008); Jordania (2008); Myanmar (2009); Vietnam y Camboya (2010); Singapur e Indonesia (Sulawesi y Bali) (2011); México (2012); Nepal y Sur de la India (2013); Marruecos (2013); Japón (2014); Tailandia (2015); Sri Lanka y Maldivas (2016); China y Filipinas (2017); Malasia continental, Borneo y Singapur (2018); Sudáfrica y Suazilandia (2019); Costa Rica (2021); Indonesia (Kalimatan, Java y Raja Ampat) y Malasia (Kuala Lumpur y Malaca) (2022); y, Namibia, Botsuana y Zimbabue (2023).