¿Estas pensando en viajar a Sinapur, Malasia y Borneo en familia con niños pequeños? Te contamos nuestra experiencia de viaje acompañados de nuestra hija de 4 años.
Orangutanes, nemos, monos narigudos, luciérnagas, plancton bioluminiscente, miles de peces de colores, macacos, piscinas espectaculares, cocodrilos, juegos de luces, super árboles artificiales, farolillos de colores, aviones, coches, trenes, autobuses, barcos … ¿alguien conoce algún niño que no alucine con estas cosas?
Viajar a Singapur con niños:
Conocemos pocas ciudades en el mundo que ofrezcan tanto atractivos y actividades como Singapur para pasar 3 o 4 días en familia (Jardines de la Bahía, Supertrees, Marina Bay Sands, Clarke Quay, Jardín Botánico, Singapore Flyer, River Cruise, Sentosa Island, Universal Studios, Marine Life Park, Legolands, Night Safari, Chinatown, Little India, Barrio Árabe…). Todo en Singapur está pensado para deslumbrar al turista cualquier que sea su edad.
El único pero que se le puede poner a la ciudad, más viajando con niños, es que suele hacer mucho calor, pero hasta esto lo tienen pensado, y al aire acondicionado de los centros comerciales, se añaden los nebulizadores que hay por muchas zonas de la ciudad, y los jardines de chorros de agua para niños. Singapur es un gran parque de atracciones que a buen seguro colmara las expectativas de los niños más exigentes.
En nuestro caso, que no somos muy dados a los parques temáticos no nos hizo falta visitar ninguno para distraer a Martina, que disfrutó de lo lindo con el espectáculo de luces de Marina Bay Sands, subiendo a los Super Trees, viendo la ciudad iluminada desde lo alto del Marina Bay Sands, y como no, empapándose de agua en el parque de chorros de los Jardines de la Bahía.
Viajar a Malasia y Borneo con niños:
En cuanto a Malasia, incluido Borneo, es un país mucho más desarrollado de lo que cabe esperar, de forma que viajar con niños tampoco debe suponer ningún inconveniente.
Tiene buenos hospitales, estupendos transportes y alojamientos de primer nivel. La comida más que un problema es un aliciente, y para los más tiquismiquis no es difícil encontrar opciones occidentales hasta en los sitios más recónditos. Además, no hace falta ninguna vacuna especial, ni tampoco la profilaxis de la Malaria.
El alojamiento en Malasia suele ser gratuito para niños menores de 6 años si no ocupan cama, e incluso en muchos lugares no tienen problema en añadir sin sobrecoste una cama supletoria.
En los restaurantes siempre tienen en cuenta el gusto de los más pequeños, te sugieren platos sin picante, y no suelen poner problemas en preparar una tortilla francesa o un arroz blanco fuera de carta. Hay supermercados en todas las poblaciones tipo 7eleven donde se pueden encontrar todo tipo de galletas, batidos, y yogures. Tampoco es difícil encontrar fruta ya cortada, ni una farmacia si es necesaria.
Martina alucinó en colores con los orangutanes, las luciérnagas y los nemos. Aunque apenas sabe bucear, no dudaba en agarrarse a la espalda de sus padres y meter la cabeza en el agua aguantando la respiración para ver a los peces.
Aún recuerdo la cara de alucinada que puso cuando vio sus primeros nemos. Eran como los de la película. Y ella pensaba que la tomábamos el pelo cuando la decíamos que allí mismo estaba Nemo y su familia.
Disfrutó de lo lindo en Bako observando a los extraños monos narigudos y los raros ruidos que hacían, y era la primera en salir corriendo con su comida cuando veía llegar a los macacos con intención de robar a algún turista despistado. Se portó como una campeona en los trekkings que hicimos por la selva, y aunque a ratos había que llevarla sobre los hombros, no dudaba en escalar por las raíces de los árboles.
Pasó algo de miedo en el Canopy de Kota Kinabalu, y es que a poco vértigo que se tenga la altura es considerable. Nada comparable con el terror que sintió cuando vio como los cocodrilos se comían las gallinas de un solo bocado y escucho el estruendo de sus mandíbulas. Y jugó con las luciérnagas entre sus manos.
Se río mucho posando en los murales de arte callejero de Penang, y no la faltaba tiempo para descalzarse en cuanto veía un templo hindú o budista que visitar. Me imagino que será de tanto viajar con nosotros por Asia, el caso es que la apasiona Buda, y también el colorido y folclore de los templos hindús.
¿Es seguro viajar a Singapur, Malasia y Borneo con niños?
Singapur, Malasia y Borneo son destinos totalmente seguros para viajar con los niños, pero tampoco se trata de engañar a nadie. Viajar con un niño siempre es algo más complicado que hacerlo sólo o en pareja. Hay que tener en cuenta las necesidades de sueño y descanso de los más pequeños, y sus horarios más estrictos. Siempre hay que tenerlos muy presentes a la hora de planificar el itinerario para no saturarlos demasiado, dejar momentos para la improvisación, y tener claro que habrá ratos en los que haya que renunciar a ver o hacer algo.
Viajar con niños es también una responsabilidad añadida. Un ser indefenso al que amas por encima de todo, y que tiene absoluta confianza en ti, depende en exclusiva de tus cuidados y decisiones.
Por momentos se puede llegar a pasar incluso miedo, como cuando este año le pico una medusa a la pobre Martina. Al disgusto que nos llevamos con la picadura al verla llorar de dolor y miedo, se añade pánico que se llega a sentir como padres cuando a las 3:00 de la mañana se despierta chillando y llorando, sin que uno sepa bien si es por el susto de la picadura de la tarde, o porque está sufriendo un shock anafiláctico.
Por la cabeza te asaltan las dudas viendo como tiene toda la pierna llena de salpullidos, y pensando que estas en una isla donde para llegar al hospital más cercano tienes que esperar hasta que amanezca a ver si algún barquero te acerque a la península. Suerte que llevábamos un antihistamínico, y tras un rato de susto, todo queda en una desagradable experiencia.
Suerte también que Martina es ruda y no tiene problema en volver a meterse en el agua la mañana siguiente. Bastó con decirla que nos habíamos encontrado con la medusa que la había picado y estaba muy apenada porque lo había hecho por error al confundirla con un tiburón. No pasa nada, decía la pobre, se ha equivocado.
Con todo, viajar es para nosotros la mejor de las experiencias que se puede compartir en familia.
Si aún tienes dudas sobre si es buena idea viajar a Singapur, Malasia y Borneo en familia con niños pequeños lee nuestra guía de viaje por libre por Singapur, Malasia continental y Borneo, y verás como amnos son un destinos muy recomendables para visitar con tus hijos.