De Kathmandu a Chitwan. Rafting por el rio Trishuli.

  • Categoría de la entrada:Nepal

Día 3.- Chitwan (Rafting Trishuli)

Eran las 9 de la mañana cuando nuestro conductor nos vino a recoger al hotel para emprender nuestro viaje dirección a Chitwan.
 

Rafting por el rio Trishuli en Nepal

Al tiempo de preparar el itinerario surgió la posibilidad de hacer un rafting de unas tres horas por el rio Trishuli, que discurre paralelo por la carretera principal que une Katmandú y Chitwan. Aunque nunca antes habíamos hecho rafting, nos animamos a probar, no sin ciertos miedos a la vista de que teóricamente se trata de un rafting de nivel 3-4 (en una escala de 6), que se complica precisamente en época de monzones.
 
Tras unas tres horas de carretera, que en algunos tramos más bien parecía un camino de piedras, llegamos al punto de donde partía el rafting.
 
Allí, el monitor te facilitaba el material personal necesario: chaleco, casco y remos, y después una charla de diez minutos con unas explicaciones básicas sobre cómo actuar, nos invitó a subirnos a bordo de la barca, acompañados de una pareja de suecos, y otras dos de chinos muy jovencitos, que si bien no remaban nada, nos hicieron el trayecto muy ameno con sus excentricidades… fue como ir con unos niños pequeños abordo.
 
Superado el primer rápido nos dimos cuenta de que aquello, si bien implica los riesgos de todo deporte de aventura, está tan controlado que al final te sabe a poco y terminas pidiendo más adrenalina.
 
A medio camino paramos en una de las muchas playas que hay en la ribera del rio para comer bastante mejor de lo que uno podía esperar en aquellas circunstancias (sándwich de queso, un huevo cocido, empanadillas, galletas de chocolate, zumo de naranja y un plátano). Las vistas que se tienen durante el descenso son dignas de mención, se trata de una valle con verdes montañas salpicado de pequeñas aldeas diseminadas, si bien el hecho de que el rio discurra paralelo a la carretera le quita a veces algo de encanto. Nos llamarón la atención los puentes colgantes y otros artilugios a modo de tirolinas evolucionadas que empleaban los lugareños para cruzar de una a otra ribera.
 
Al final del trayecto te paran en otra playa donde tienen convenido con los lugareños el uso de sus casas para que puedas cambiarte, ir al baño o incluso ducharte. En la excursión coincidimos con otro chaval español que venía emocionado de hacer el trecking hasta el campamento base del Everest, y una chica argentina que, tras tres duras semanas viajando sola por el norte de la India, estaba encantada de la tranquilidad que se respiraba en Nepal. Hay que decir que tanto la barca, como el resto de material nos pareció que estaba en muy buen estado y eran de buena calidad. En resumen, se trata de una actividad muy divertida, apta para todos los públicos, que no requiere de conocimientos previos, ni de una preparación física específica. Para los más fanáticos del rafting, hay otras excursiones de 2 e incluso 3 días completos de duración que te llevan hasta el propio Chitwan, pasando noche en tienda de campaña en alguna de sus playas.
Rafting rio Trishuli Nepal

Para aquellos otros que no quieran hacer rafting por el rio Trishuli, existe la posibilidad de hacer otra actividad de camino a Chitwan. Se trata de subir en telecabina hasta el templo hindú Manakamana. El telecabina, de fabricación y financiación suiza, parte igualmente desde el rio Trishuli, a mitad de camino entre Kathmandú y Chitwan, y asciende ladera arriba durante unos 15 minutos hasta llegar a los 1.300 metros de altura donde se encuentra el templo Manakamana, dedicado a la diosa Bhagwati, una de las reencarnaciones de Parvati, la mujer de Shiva. Nosotros vimos el telecabina mientras descendíamos el rio haciendo el rafting, y seguro que las vistas que se deben tener en el mismo del rio y las montañas no defraudan.

 

Llegada al Parque Nacional de Chitwan

Puestos de nuevo en la carretera, tardamos unas 2 horas en llegar hasta el pequeño pueblo de Sauraha, en las inmediaciones del Parque Nacional de Chitwan, donde pasaríamos las dos siguientes noches en el Hotel Rainforest. Se trata de un hotel sencillo, aunque por encima de la media de lo que puede encontrarse en los aledaños del parque, que merece ser recomendado. Cuenta con amplias y limpias habitaciones con porche o terraza, y sobre todo tiene un plantel de guías que se preocupan muy mucho de hacerte agradable la estancia con sus actividades.

 

La comida del hotel, aunque poco variada, es de muy buena calidad y apta para todo tipo de estómagos. Casi todo el mundo que visita el Parque de Chitwan lo hace contratando como nosotros un paquete de 3 días y dos noches, que incluye el alojamiento en pensión completa y diversas actividades relacionadas con el parque (visita de una aldea Tharu, danza del palo, paseo por el parque en elefante, baño con elefante, visita de un centro de entrenamientos de elefantes, paseo en canoa y avistamiento de pájaros). Al margen, se pueden contratar, tanto en los hoteles, como en las abundantes agencias de viaje que hay en el pueblo, otras tantas actividades (safaris a pie, en 4×4, raftings…).

Paseo Elefantes Parque Nacional Chitwan Viaje Nepal

Tras dejar nuestras maletas nos dispusimos a dar un paseo a pie por el pueblo de Sauraha, acompañados de uno de los guías del hotel y otra pareja que estaba allí alojada. Durante el paseo el guía nos fue explicando las costumbres y forma de vida del pueblo Tharu, la etnia autóctona de esta parte de Nepal, conocida como Terai, que la habita desde antiguo gracias a su rara inmunidad genética frente a la malaria. Nos enseñaron las casas de adobo en las que viven junto con sus animales.

Más tarde nos adentramos en la selva, pasamos junto a un centro de entrenamiento de elefantes donde vimos cómo les alimentaban. De camino nos enseñaron distintas plantas medicinales y finalizamos nuestro agradable paseo disfrutando de un bonito atardecer sobre el rio.
Paseo en barca Parque Nacional Chitwan Viaje NepalRio CHitwan NepalVer elefantes en NepalAtardecer en Chitwan VIaje NepalRio CHitwan guia parque

Terminamos el día asistiendo tras la cena al espectáculo de la Danza Tharu del palo que cada noche se celebra en el centro cultural. Nos gustó mucho más de lo que uno puede esperarse de lo que en principio es el típico show para turistas. La danza consiste en distintos bailes en los que los bailarines golpean de forma espectacular sus palos de madera, todo ello con bastante destreza y ritmo, acompañados de música en vivo a base de tambores. A ratos nos recordó a las típicas danzas tribales africanas que pueden verse en los documentales.

Deja una respuesta