Día 3: Traslado desde Alajuela hasta Tortuguero. Escursión noctura para ver el desove de Tortugas.
¿Como llegar desde Alajuela hasta el embarcadero de La Pavona?
Por delante teníamos un día para trasladarnos desde Alajuela hasta Tortuguero y hacer por la noche la excursión para ver desovar a las tortugas marinas en la playa de Tortuguero. Para ello teníamos que recorrer en coche los cerca de 150 KM que separaban nuestro hotel del embarcadero de la Pavona, y luego, tomar allí un barco que nos llevaría hasta la famosa playa de Tortuguero.
Salimos bastante temprano del hotel con la idea de llegar a la Pavona para coger el barco de las 12:00 PM. Nos dio pena despedirnos de nuestro hotel en Alajuela, y sobre todo, de su bonito jardín, donde ya nos habíamos acostumbrado a desayunar acompañados de colibríes.
Al poco de salir, paramos un rato a disfrutar de las bonitas plantaciones de cafe que hay en las colinas aledañas a San José, la capital de Costa Rica.
La carretera hasta La Pavona resultó ser mucho mejor de lo esperado. Ha ratos tenía hasta carriles de adelantamiento. Eso si, el tráfico en la zona de Alajuela y San José fue desesperante.
Tardamos algo menos de 3 horas en llegar al embarcadero de La Pavona. Una vez allí todo lo tienen muy organizado. Se encargan de indicarte donde dejar el coche aparcado, te cobran el parking, que ellos llaman allí Parqueo (10.000 CRC por día) y los billetes de barco (3.000 CRC por persona y trayecto). Se ocuparon también de avisar al delegado del hotel para que nos asistiera y nos acompañara hasta la barca. Aunque son las 11:20, y se supone las barcas no salen hasta las 12:00, como ya hay gente suficiente nos preparan una barca extra para salir de inmediato.
Traslado en barca desde el embarcadero de La Pavona hasta el pueblo de Tortuguero:
El paseo en barca hasta el pueblecito de Tortuguero es ya una atracción turística por si misma y toda una aventura. A la velocidad que va la barca es difícil ver animales, pero el paisaje que se contempla al descender el Rio de la Suerte ya presagia la gran diversidad y belleza que esconde el Parque Nacional de Tortuguero.
La primera impresión que uno se lleva al desembarcar en el destartalado y turístico pueblito de Tortuguero no es la mejor. El paraje que lo rodea si es realmente espectacular.
Tras dejar las maletas en nuestro hotel (Hotel Aracarí Garden), y descansar un rato tumbados en una hamaca en el Jardín, decidimos apurarnos a contratar la excursión por el Parque Nacional de Tortuguero en canoa para la mañana siguiente. Finalmente la reservamos con el propio hotel que fue donde encontramos mejor precio (25 USD/Adultos y 20USD/niño).
Para esa noche ya llevamos reservado con la Asociación de guías Turísticos de Tortuguero el tour nocturno para ver el desove. Aún no sabiamos en que turnos había tocado ( Todos los días se realiza un sorteo entre todos los operadores de Tortuguero para determinar el turno que a cada uno le corresponde. Hay dos turnos, uno de 20:00 a 22:00, y otro de 22:00 a 24:00).
Nos acercamos al muelle principal de Tortuguero donde la Asociación tiene su local para informarnos. Habíamos tenido suerte, nos había tocado en el primer turno. Menos mal, porque no quiero ni pensar lo que hubiera sido terminar de ver el desove a las 24:00 para luego levantarnos a las 05:00 de la madrugada para hacer el tour en canoa.
Conociendo el pueblo de Tortugero. Paseo por la playa e incursión en el Parque Nacional de Tortuguero:
Como aún era de día, y andábamos con ganas de conocer, decidimos salir a dar una vuelta por el pueblo de Tortuguero. La verdad es que el pueblo en si no tiene mucho interés al margen de contar con innumerales restaurantes y sodas de todo tipo. Nos resulta demasido turistico y sobreexplotado.
Después de reconocer el pueblo de Tortuguero decidimos acercarnos hasta la playa para dar una vuelta.
Estuvimos andando un buen rato recorriendo la playa con la ingenua ilusión de poder ver eclosionar los huevos de algún nido de Tortuga. Ya sabíamos que las tortugas van de desovar con nocturnidad, y que los huevos no empiezan en eclosionar hasta finales de septiembre, pero bueno ¿Quién sabe?
Como era de esperar no tuvimos suerte, con lo que tras comprobar que las corrientes de la playa son demasiado fuertes como para probar el baño decidimos adentrarnos a pie en el Parque Nacional de Tortuguero, y es que existe un estrecho camino de tierra que discurre paralelo a la playa, llamado Sendero del Jaguar, que se puede recorrer con la entrada al Parque. La verdad es que fue emocionante recorrer el sendero, más cuando estaba ya atardeciendo y además lo hacíamos sin haber pagado la entrada. Para mayor gloria pudimos ver nuestro primer Aguti en libertad, y oír de cerca a la Monos Aulladores.
De vuelta a la playa, no dudamos en acercarnos hasta un cocotero que estaba plagado de buitres, intuyendo que allí donde están los carroñeros reunidos es que algo pasa. Y efectivamente nos dimos de bruces con el esqueleto de una gran Tortuga verde que yacía en la playa. Se conoce que la pobre Tortuga no pudo superar el trance del desove. A Martina aquella visión la dio mucha pena.
Ya de noche, volvimos al pueblo para cenar algo antes de acudir a nuestra cita para contemplar el desove. Cenamos en el Restaurante Miss Miriam, del que habíamos leído buenas referencias. Lamentablemente a nosotros nos defraudó bastante.
Tour para ver el desove:
Puntuales, a las 20:00 ya estábamos en el local de ASOPROTOUR con nuestra ropa oscura y nuestros frontales listos para comenzar la excursión. Allí conocimos a nuestros compañeros de Tour, tres amigos y una pareja de chichas de Barcelona de lo más simpáticas, con quien Martina hizo muchas migas. No sé si a Martina le gustó más aquella noche ver desovara las tortugas, que para todos fue toda una experiencia, o conocer a sus dos amigas de Barcelona.
Tras una pequeña charla explicativa con el guía, donde nos informaron de lo que íbamos a hacer esa noche, y sobre todo nos intentaron concienciar de la importancia de entorpecer lo menos posible en el desove de las Tortugas, pusimos rumbo hacia la playa de Tortuguero por otro camino que discurre paralelo. Por suerte, no sólo nos había tocado el primer turno, sino que además el puesto de observación que nos correspondía por sorteo estaba bastante cerca del pueblo, con lo que no tuvimos que hacer una larga caminata.
Estuvimos esperando en el camino hasta que los observadores oficiales avisaron a nuestro guía de que una Tortuga cercana a nuestro puesto estaba ya desovando. A partir de ese momento quedan prohibidas las linternas y los móviles. Únicamente queda ya seguir a oscuras al guía hasta la tortuga.
Allí, gracias a una linterna de luz roja que lleva el guía podemos contemplar boquiabiertos el espectáculo de ver caer los huevos desde el pringoso culo de la Tortuga. Estuvimos más de 30 minutos viendo como la Tortuga, en un curioso trance, no dejaba de poner huevos. Son aproximadamente 100 huevos por puesta, y se calcula que sólo uno de cada 1.000 llega finalmente a convertirse en una Tortuga adulta.
Puesto los huevos, el animal aún en trance procede a enterrar el nido donde han sido depositados los huevos hasta dejarlos completamente ocultos bajo la arena. La Tortuga aletea con tanta fuerza que a poco que te descuidas nos deja enterrados también a nosotros. El culmen a tan maravilloso espectáculo de la naturaleza llega cuando la Tortuga, totalmente exhausta del esfuerzo realizado, se desplaza lentamente de vuelta al agua. Verla desaparece lentamente en la oscuridad de la noche es una imagen que quedará para siempre en nuestras retinas.
Fue una experiencia maravillosa a la que ayudó mucho también las fantásticas explicaciones que durante las casi dos horas que duró el espectáculo nos fue dando el guía, y sobre todo, ver el respeto y amor por estos animales que nos transmitió en todo momento.
Volvimos al hotel con una sonrisa bien grande después de la experiencia vivida. Martina también, aunque a buen seguro no le hubiera importado quedarse de fiesta nocturna con sus amigas de Barcelona.