Día 4: Singapur – Kuching: Paseo por Kuching y crucero por el rio Sarawak.
Vuelo desde Singapur a Kuching con Air Asia
Como nuestro vuelo con dirección a Kuching no partía hasta las 11:10 horas, aprovechamos aquella mañana para no madrugar demasiado y desayunar tranquilamente, antes de coger el tren hasta el Aeropuerto de Singapur. Volamos con Air Asia, y al margen de un pequeño retraso de 30 minutos, todo fue correcto.
Una vez en el Aeropuerto de Kuching pasamos el control de pasaportes, y tras recoger las maletas, sacamos dinero con la Revolut del cajero y nos acercamos a un puesto de la compañía de telefonía Maxis (HotLink) para comprar un par de tarjetas SIM. Por tan sólo 15 MYR tienes una tarjeta con 1,5 GB de datos, y llamadas ilimitadas durante una semana. Resulta muy útil, pues no en todos los sitios hay wifi (Bako, Kapas ..), y es muy conveniente llevar datos para reservar coches con Grab. De hecho, lo primero que hicimos fue solicitar un Grab para trasladarnos hasta nuestro hotel (28 MYR).
Nuestro hotel en Kuching
Ya en el Riverside Magestic Hotel, tras hacer el chek-in, preguntamos si había posibilidad de alquilar un coche para el día siguiente que teníamos previsto visitar la reserva de orangutanes y las cuevas del viento y las hadas. Nos ofrecieron una Perouda Saga Automático por 130 MYR, y aceptamos sin pensarlo mucho porque, aunque seguro que es fácil encontrar mejor precio en la calle, por 20 MYR no merecía la pena estar perdiendo el tiempo. Nos dieron una habitación en la planta 15 con vistas espectaculares al rio. El hotel, una vieja gloria, aunque por el precio que tiene y su ubicación no se puede pedir más.
Entre unas cosas y otras se nos echó encima la hora de la comida, así que dejamos las maletas salimos raudos en busca de un restaurante cercano. Teníamos apuntado que cerca había un restaurante chino llamado Hong Kong Noodle que era muy recomendable, así que allá que nos fuimos, aunque nos costó encontrarlo más de lo previsto porque no tiene ningún cartel fuera en el que se vea el nombre. La comida fue muy barata, pero no sé si es que no tuvimos suerte, pero no nos pareció gran cosa. Fue gracioso porque pedimos para beber Root Beer, pensando que se trataría de algún tipo de cerveza local, pero nada que ver, como su nombre indica era un tipo de cerveza de raíz de árbol, tipo regaliz, que nada tenía que ver con nuestra ansiada cerveza.
Después de comer, y antes de salir a conocer la ciudad, no tuvimos más remedio que atender las demandas de Martina y pasarnos un rato por la agradable piscina del hotel. Martina se quedó extrañada al comprobar que era la única que iba en bañador. El resto de las niñas iban todas tapadas con pantalones y camisetas largas, y las mujeres Hiyab.
Paseo en barca por el rio Sarawak en Kuching:
Tras el baño decidimos salir a dar una vuelta por el paseo que hay junto al rio. De camino, paramos a comprar los billetes para hacer un paseo en barca típica por el rio Sarawak. Compramos el ticket para salir en el último barco, a las 18:00 para coincidir con la puesta de sol. El precio son 19 MYR/adulto y 9 MYR/niño. El crucero dura 1 hora, si bien la segunda media hora es prescindible, pues el crucero discurre por el lado derecho del rio donde lo único que se ven son hoteles y grandes edificios.
La primera media hora si merece mucho la pena, pues el recorrido pasa por los puntos de interés más relevantes de la ciudad: el moderno Darul Hana Bridge y el omnipresente edificio del Parlamento de Sarawak, el Palacio de Astana, y la Mezquita Masjid Sultan (Mezquita Rosa), para luego adentrarse en una zona más rural donde pueden verse casas flotantes y más vegetación, lo que te permite hacerte una idea de lo impresionante que debía ser el rio en su día, cuando los Ibanes habitaban aquellas tierras.
Coincidimos en el barco con un paraguayo que nos cuenta que lleva un año viajando por todo el sudeste. Como a nosotros, hasta ahora lo que más le ha gustado del sudeste asiático ha sido Myanmar. Nos recomienda también Laos, que nosotros hemos decidido guárdanos como destino para cuando Martina sea más mayor. El pobre hombre se ha pasado un par de día con fiebre y tomando antibióticos porque un bichito raro le había picado en una pierna mientras hacía un trecking por el rio Kinabatangan, en la provincia de Sabah. Ya es mala suerte, pero claro, la selva es lo que tiene.
Finalizado el crucero, ya de noche, dimos una vuelta por la ciudad para ver los monumentos iluminados, antes de volver al hotel para descansar, pues a la mañana siguiente nos esperaba un largo día lleno de emociones.