Día 15.- Thekkady-Varkala
Durante el copioso desayuno del hotel de Kumily, nos llamo la atención que casi todos los huéspedes eran parejas jóvenes indias. Nuestro conductor nos explicó luego que tanto Periyar como Munnar, población situada más al norte muy famosa por sus fotogénicos campos de te, eran los dos destinos principales elegidos por los Indios del Sur para pasar sus lunas de miel. Es extraño como esta nueva clase media emergente de la India prefiere utilizar el Inglés al Hindi para comunicarse entre si.
Iglesia Pattumala Matha y campos de te de Kumily
Puestos en la carretera, hicimos una primera parada en la Iglesia Pattumala Matha, a escasos 20 kilómetros de Kumily. Situada en lo alto de la montaña,
destaca más que por su arquitectura por sus incomparables vistas a las
inmensas plantaciones de te que rodean la iglesia.
Prácticamente desde que se sale de Kumily en dirección a Varkala la carretera discurre entre bonitas plantaciones de te, en las que se puede ver el duro trabajo que desempeñan las mujeres recolectando las hojas de la planta.
Antiguamente la recolección se hacía de forma manual, tomando de la yema de la planta una o dos hojas. Actualmente, la mayoría de las mujeres que se ven recolectando utilizan una tijera provista de una bolsa en la que caen los trozos de hoja que cortan, lo que reduce de forma ostensible la calidad del te. Una vez recolectada la hoja, se deja secar y fermentar para conseguir su resultado final.
Valajanganam Waterfalls
Continuamos nuestro viaje por las malas carreteras de Kerala, e hicimos una nueva parada en la cascada de Valanjanganam Waterfalls, situada a los pies de la carretera, y cerca del pueblo de Kuttikkanam. Se trata de una cascada de algo más de 20 metros de altura, que sin ser impresionante, bien merece un alto en el camino.
Paramos también en un mercado de ganado que coincidió se celebraba es día de la semana. Lógicamente, los tratantes del ganado eran de religión musulmana.
Comimos en un hotel de carretera y la verdad es que estuvo muy bien, sobre todo por el Thali (Porata, Fish and Chips, Indian Thali and Mineral Water 437 INR). Aunque no nos quedamos con hambre, antes de llegar a nuestro destino paramos en un puesto callejero a comprar unos ricos plátanos rojos, mucho más dulces y sabrosos que los plántanos que acostumbramos a comprar en España.
Llegada a Varkala y primeras impresiones
Después de algo más de 6 horas por fin llegamos a Varkala, y la verdad es que la primera impresión que tuvimos no fue todo lo buena que en un principio esperábamos.
El caso es que nos alojamos en el hotel Hindustan Beach Resort. Se trata de el único hotel de la playa de Varkala de cuatro estrellas, pero ni es realmente un hotel de esa categoría, ni mucho menos es el mejor alojamiento que uno puede conseguir en Varkala. Además, esta situado en la zona sur de la playa (Playa de Odayon), justo enfrente de la zona que utilizan los hindús para hacer sus ritos y ceremonias, razón por la cual la playa esta mucho más concurrida y sucia en esta zona, que en el resto.
En cualquier caso, si volviéramos a Varkala, y ganas no nos faltan, nos alojaríamos seguro más al centro o norte de la playa, donde los acantilados son más altos, y se encuentra situados los restaurantes y tiendas, o incluso mejor en la bonita y casi privada Black Beach, en cuya orilla esta el hotel Krishnatheeram, compuesto de bonitos bungalows a pie de playa con una apariencia exterior inmejorable.
Tras dejar nuestro equipaje nos dispusimos a dar un paseo por los acantilados, y en seguida nos dimos cuenta que la primera impresión que tuvimos de Varkala era equivocada.
Se trata de una pintorescas localidad que aún mantiene algo de su pasado hipiie, lo que unido a la cantidad de tiendas y restaurantes de calidad dirigidos a los turistas, así como a las bonitas vistas que ofrece del mar desde sus escarpados acantilados, hacen que los turistas acaban rindiéndose a sus encantos.
Después de hacer algunas compras de souvenirs, y todavía con el imborrable recuerdo del mansaje ayurvedico que nos dimos en Kumily, decidimos repetir la experiencia en alguno de los muchos centros ayurvedicos que hay en el paseo marítimo de Varkala.
Guiados por las buenas recomendaciones de Tripadvisor nos decidimos por Namasthe Ayurvedic Mission, y la verdad es que la experiencia resultó ser desastrosa y de lo más desagradable, pues el sitio ni estaba mínimamente limpio, ni el personal del centro sabía lo que era dar un masaje, y menos aún ayurcedico, vamos, una experiencia para olvidar y no repetir jamás.
Cenamos en el bonito Restaurante Blue Moon, a las orillas del acantilado principal. Como en todos los restaurantes de la zona, tienen expuesto en grandes mesas cubiertas de hielo el pescado fresco y marisco a la vista de los comensales, para que elijas la pieza que más te gusta, que luego te cocinan a la barbacoa con distintos acabados: lemon grass, mantequilla, masala… Conviene fijarse bien en el brillo de los ojos de los peces para identificar cuales son los más frescos.
