Día 4: Ciudad del Cabo – Bettys Bay – Hermanus. Por la costa en busca de pingüinos y ballenas.
Hoy tocaba hacer las maletas. Atrás dejábamos Ciudad del Cabo, a la que volveríamos días más tarde para terminar de conocer sus rincones más célebres, y nos dirigimos por la costa con la idea de visitar uno de los lugares más famosos del mundo para divisar las ballenas, la población de Hermanus, coincidiendo además con la que se supone es la mejor época del año para hacerlo (De Julio a Noviembre).
– Traslado en coche desde Ciudad del Cabo a Hermanus visitando la colonia de pinüinos de Stony Point:
Por el camino, pudimos disfrutar de los fantásticos y agrestes paisajes de la costa por la escénica carreta R-44.
En la misma R-44, a la altura de Bettys Bay, se encuentra la colonia de Pingüinos Africanos de Stony Point (65 ZAR / 3 PAX). Se trata de una zona acotada de pasarelas que discurren junto al mar, a cuyos lados están dispuestas las casas de estos curiosos animales que pululan por allí en libertad. El proyecto del centro trata de recuperar esta especie, facilitándoles un lugar seguro para vivir.
A Martina la visita le hacía especial ilusión. Este año había hecho un proyecto para el cole sobre animales, y ella había escogido el Pingüino, con lo que la idea de ver a su animal preferido en libertad le hacía especial ilusión, con lo que pasamos allí buena parte de la mañana.
Tras la comida, provistos de nuestros prismáticos, no decidimos a hacer lo que hace aquí el grueso de los turistas: recorrer el bonito paseo marítimo de un lago a otro con la esperanza de ver asomar en el horizonte alguna ballena. Habíamos leído que en esa época del año es fácil verlas a escasos metros de la costa, pero nosotros no tuvimos suerte aquella tarde, pues no vimos ninguna, si acaso en un momento nos pareció ver asomar la silueta de una, pero fue de forma muy fugaz, y no sabemos si más fruto del deseo que de la realidad. Nos tuvimos que conformar con el bonito paisaje costero, la vista de algún león marino, y la compañía de graciosos Dassies.
Para cenar, optamos por Rossi´s Italian Restaurant. Fue de las mejores y más baratas cenas del viaje. La pizza de pepperoni nos supo a gloria, casi tanto como el Sirloin Steak de vaca a la brasa.
Como no podíamos irnos de Hermanus sin ver las ballenas, nos acostamos aquel día con la idea de madrugar al día siguiente y contratar alguna de las excursiones en barco que salen en busca de las ballenas.