Días 15 y 16.- Phi Phi – Ao Nang – Bangkok
Hoy comenzábamos nuestro regreso a Bangkok, previo paso por Ao Nang, donde pasaríamos esa noche con la sensación de que se nos acaba el viaje.
Aprovechamos al máximo la mañana en la playa de Laemtong hasta nuestra partida. A las 11:30, como estaba previsto, un Longtail del hotel nos acercó hasta el Ferry que viene desde Phuket y hace una pequeña parada frente a la playa de Laemtong antes de atracar definitivamente en Tonsai.
El trayecto es cómodo y de poco más de 30 minutos (200 Bahts por persona previa reserva en el hotel).
Como hasta las 15:30 no salía nuestro ferry de Tonsaia con destino a Ao Nang (350 Bahts por persona incluyendo transfer hasta le hotel), dimos un buen paseo por el muelle, atestado de turistas, y nos sentamos a comer en uno de los muchos restaurantes que hay en la calle principal.
En ferri desde Phi Phi Don hasta Ao Nang
El Ferri hasta Ao Nang salió puntual. Nada más zarpar, el cielo se nubló de forma repentina y comenzó a llover con fuerza, lo que provocó que la mar se picara bastante y pasáramos un rato muy movidito.
Antes de llegar a Ao Nang el barco hizo una parada en Railay East, que aquella tarde presentaba un aspecto algo fantasmagórico.
Supongo que en los días en los que se complica el tiempo y los Longtail no pueden ir de Railay a Ao Nang la mejor forma de salir de allí debe ser tomando este ferry.
Ya en Nopparat Thara Pier (Ao Nang), vivimos el único episodio del viaje en que nos sentimos realmente engañados. Resulta que no sabíamos que el billete de barco desde Tonsai a Ao Nang incluía, dentro del precio, el transfer desde el muelle hasta nuestro hotel. El caso es que al desembarcar, lloviendo a cantaros, pronto se nos abalanzaron un par de conductores de tuk tuk que se ofrecían a llevarnos al hotel por 200 Bahts.
Como estába lloviendo, íbamos con la niña, y no veíamos muchas otras opciones para ir al hotel, en un primer momento acudimos raudos a interesarnos por la oferta.
Afortunadamente pronto empezamos a sospechar, pues no se molestaron en discutirme la contraoferta de 100 Bahts que les hice. Cuando ya estábamos a punto de subirnos al tuk tuk, mi mujer se dio cuenta de que el resto del pasaje se metía en una Van con el logotipo de la misma empresa que botaba el Ferry, y pronto deducimos que el servicio de traslado estaba incluido, así que no dudamos en dejar allí tirado al conductor del tuk tuk. Más que el dinero, nos molestó que intentaran tomarnos el pelo de esa forma.
De regreso en Ao Nang
A a nuetra llegada al hotel teniamos preparada la habitación con nuestras maletas dentro.
Además, como deferencia por haber pasado allí las 3 noches anteriores, nos ofrecierón sin suplemento alguno una suite nupcial impresionante, con salida directa a la piscina y una enorme bañera tras la cama con dosel. Esto si era una habitación, y no lo que nos había dado los primeros días. Como continuaba lloviendo nos dimos un baño en la piscina y descansamos algo hasta que ya de noche escampó, y salimos a dar nuestro último paseo por Ao Nang.
Contratamos en el paseo marítimo el taxi para trasladarnos el día siguiente al aeropuerto de Krabi (500 Bahts), y cenamos en uno de los muchos restaurantes para turistas que hay en el paseo y que resultó tan barato como insulso.
Al día siguiente, como no nos daba tiempo a acercarnos a Railay, pues el taxi venía a buscarnos a las 12:00, decidimos levantarnos tarde, desayunar sin prisas, y matar la mañana en el piscina del hotel.
Vuelo desde Krabi hasta Bangkok con Lion Air
El avión de Lion Air, salió sin problemas a las 13:10 y a las 14:35 ya estábamos aterrizando de vuelta en aeropuerto de Don Muang de Bangkok.
Después de recoger el equipaje y tomar un café, cogimos un taxi (180 Bahts + 50 Bahts de peaje) hasta nuestro nuevo hotel en la ciudad, el Hotel Casa Nithra, que tal y como esperamos, resultó ser un coqueto hotel con sus cuatro estrellas bien merecidas, y con una estupenda piscina en la terraza que estuvimos disfrutando hasta que atardeció.
Wat Intharawihan (Templo del buda de pie)
Antes de ir a cenar a Khao San Road decidimos acercarnos al Wat Intharawihan (Templo del buda de pie). Tan cerca del hotel que su cogote se veía perfectamente desde la piscina.
Es famoso por su buda dorado que posa alzándose de pie 32 metros de altura.
Cena en Khao San Road
Nos acercamos desde el templo hasta Khao San Road en un agradable paseo de menos de 20 minutos, con la mala suerte de que cuando nos disponíamos a buscar restaurante para cenar comenzó a diluviar y no tuvimos más remedio que sentarnos en el primer restaurante que vimos para resguardarnos de la lluvia.
Cenamos un curry verde, un arroz, alitas de pollo fritas, pollo con jengibre y dos Mago Sake (340 Bahts). Fue barato pero un tanto mediocre. Afortunadamente, mientras cenábamos dejó de llover y pudimos dar un buen paseo por Khao San Road para despedirnos.