Día 14.- Phi Phi: Excursión Maya Beach
La tarde anterior habíamos acordado en la Gypsy Village un Longtail durante 4 horas para hacer la excursión de Phi Phi Lee (Maya Beach y Laguna en Phi Phi Leh).
La otra opción que nos ofrecían era añadir dos horas más, y visitar también Bamboo Island y a Mosquito Island, que se divisan perfectamente desde la propia playa de Laemtong.
En primer término nos pedían 1.900 Bahts por la excursión de 4 horas, pero después de negociar bastante lo dejamos en 1.350 Bahts, y quedamos a las 7:30 de la mañana, pues había leído que para poder disfrutar de Maya Beach sin aglomeraciones había que llegar a las 8:00 de la mañana como muy tarde.
Excursión en Longtail hasta Maya Beach
Después del desayuno, con más sueño que hambre, nos acercamos al Gypsy Village donde nos esperaban para partir dirección a Maya Beach.
La cosa no empezó nada bien, pues después de asignarnos un Longtail resulta que no consiguieron arrancarlo, y eso que estuvieron un buen rato intentándolo, con lo que tuvimos que cambiarnos a otro. Pero ya se sabe que las desgracias nunca vienen sueltas. Ya en nuestronuevo Longtail, con la mitad de trayecto hasta Maya Beach casi completado, el ruido del motor quedó súbitamente interrumpido al tiempo que veíamos salir despedida del motor una pieza de grandes dimensiones que acabó cayendo sobre el mar, y provocó que la barca se parara inmediatamente. De pronto, nos vimos varados en medio del mar sin posibilidad ninguna de continuar.
El dueño del Longtail se lo tomó con humor, nosotros con resignación. Afortunadamente había cobertura en el lugar, con lo que después de echar el ancla el pescador llamó a Laemtong para que vinieran a buscarnos otro Longtail con el que completar el viaje.
Estuvimos allí esperando más de media hora, mientras veíamos pasar más de una docena de Longtails con sus sonrientes turistas dirección a Maya Beach. Menuda suerte la nuestra.
Dejamos allí al pescador con su barca averiada en espera de que viniera otro compañero a remolcarle, y nos subimos en el tercer Longtaild del día.
Llegar a Maya Beach nos estaba costando ese día más que a Leonardo Di Caprio en la película, eso si, ya éramos casi tan famosos como el actor entre los pobres pescadores de Laemtong.
Al poco de reanudar nuestra marcha ya empezamos a divisar de forma nítida la isla de Phi Phi Lee, con sus imponentes acantilados.
Maya Beach (La playa de Leonardo Di Caprio y Danny Boyle)
Dimos la vuelta casi completa a la isla hasta que entramos en la bahía de Maya Beach.
Eran las 9:00 de la mañana y la afluencia de turistas se dejaba notar bastante. Antes de desembarcar tuvimos que pagar la tasa estatal por amarrar en el paraíso, 400 Bahts por persona, una autentica salvajada.
Ya en tierra empezamos a disfrutar de “La Playa“, para lo que hay que hacer un ejercicio importante de abstracción hasta conseguir borrar unos cuantos turistas del firmamento e intentar imaginar cómo sería aquello sin barcos, turistas, boyas, chalecos salvavidas…
Posiblemente sin todo eso aquello sería el paraíso, pero como la capacidad abstracción es limitada y la realidad acaba imponiéndose, el lugar termina desmereciendo mucho.
No quiero ni pensar cómo será aquello en temporada alta a las 12:00 de la mañana.
La Laguna de Phi Phi Lee
Después de un montón de fotos y unos cuantos baños, volvimos a subir al Longtail para acercarnos a la Laguna en Phi Phi Lee. El sitio es realmente bonito, se trata de un entrante de mar rodeado de acantilados con aguas totalmente cristalinas. Pero lo mejor no está en la superficie, sino debajo.
Dimos una vuelta casi completa a la Laguna y fondeamos para hacer snorkel. Fue sumergirnos en el mar y vernos inmediatamente rodeados de peces de colores, y debajo, unos cuantos corales.
Alucinados, pronto nos dimos cuenta de la razón de ser tanta fauna junta. El pescador conseguía atraer todos los peces de la zona hacia nosotros lanzandoles pan. Sea como fuere, la experiencia fue maravillosa.
La pobre Martina señalaba confusa los bancos de peces desde la barca. Una pena que no fuera algo más mayor para haber disfrutado de aquello tanto como nosotros, pero seguro que tendrá oportunidad de hacerlo en el futuro.
La cueva del Vikingo de Phi Phi Lee
Dedicamos el resto del día a descansar y disfrutar de la playa de Laemtong, hasta que caída la tarde nos acercamos a cena a la Gypsy Village. Esta vez optamos por el Jasmine Restaurant, el mejor puesto de los tres. Comimos un arroz frito con gambas, pollo con cacahuetes, unas cervezas y arroz blanco para la niña (560 Bahts).
Mientras cenábamos nos divertimos viendo como se lo pasaban los niños locales con una simple caja de cartón que atada a una cuerda utilizaban a modo de cochecito. Está claro que la necesidad agudiza el ingenio, y hace falta muy poco para ser feliz cuando eres niño y no estás acostumbrado a tenerlo todo.
Intentamos que Martina se uniera al grupo pero los niños, aunque voluntariosos, eran demasiado mayores para ella, con lo que ponto la dejaron de lado salvo una niña que estuvo haciéndola gracias un buen rato. El caso es que después de un largo día a Martina la entró mucho sueño, y como imagináis, en cuanto cerró el primer ojo, sus padres corrimos raudos y veloces al hotel para darnos un masaje en las casetas que tienen dispuestas a esos efectos junto al mar. La experiencia fue maravillosa, para recordar (500 Bahts una hora de masaje Thai).
Esa noche dormimos los tres como angelitos, despreocupados totalmente y sin querer asumir que, a la mañana siguiente, cuando despertáramos, seríamos obligados a abandonar el paraíso.