Día 3: Ciudad del Cabo: Barrio Malayo de Bo-Kaap, Long Street, Distric Six Museum, Castillo de la Buena Esperanza y Jardín Botánico de Kirstenbosch.
Nos levantamos algo tarde aquella mañana con el objetivo de recorrer a pie el centro de Ciudad del Cabo, y visitar sus atracciones turísticas más famosas, para dejar para la tarde la visita al Jardín Botánico de Kirstenbosh, al que teníamos que desplazarnos en coche. El Table Mountain, siempre visible desde cualquier punto de la Ciudad, lo reservamos para el último día.
Qué ver en una mañana paseando por Ciudad del Cabo:
1º- Pasenado por el barrio de Bo-Kaap y sus casas de colores:
Nuestra primera visita del día fue el barrio malayo de Bo-Kaap, archifamoso entre los “instagramers” por sus fotogénicas casas malayas de saturados colores. El origen del barrio se remonta al S. XVIII, cuando el emplazamiento fue elegido por los holandeses para llevar allí a sus esclavos malayos. De aquel entonces aún quedan las mezquitas. Las antiguas casitas de esclavos, hoy se han convertido en un reclamo turístico de primer nivel. En cualquier caso, el barrio da para un paseo muy agradable.
2.- Long Street y Company´s Gardem:
De camino al Distric Six Museum, decidimos dar una vuelta por la famosa Long Street, a esas horas mucho menos animada que por la noche, y por el agradable Company´s Gardem.
Antes de entrar en el museo, decidimos parar a desayunar en la famosa Charly’s Bakery, donde hacen unos pasteles de chocolate no aptos para Diabéticos. Nosotros pedimos uno para los tres y o pudimos terminarlo, para suerte de un mendigo que ojo avizor se abalanzo sobre lo que quedaba tan pronto nos levantamos del a mesa. El pobre hombre saboreaba los restos del pastel mientras el personal de la pastelería le amenazaba con llamar a la policía.
Escenas como estas vimos unas cuentas, pues el centro de Ciudad del Cabo está lleno de mendigos pidiendo y rebuscando en la basura, en una escena que da una idea real de la desigualdad y pobreza en la que mal vive gran parte de la población negra en Sudáfrica. Nos costó hacerle entender a Martina que hay gente que tiene que rebuscar en la basura para poder subsistir.
3.- District Six Museum:
Con la idea que conocer algo sobre el Apartheid, visitamos el pequeño District Six Museum (90 ZAR/3 PAX). El museo lleva el nombre del barrio al que fueron desplazados los más de 60.000 negro sde Ciudad del Cabo durante los años más vergonzosos del Apartheid en la década de los 70. Nos resultó una visita muy recomendable para conocer un poco más de tormentosa historia de Sudáfrica, e intentar comprender el porqué a día de hoy subsiste la diferencia racial y el lógico resquemor de la comunidad negra.
4.- El Castillo de la Buena Esperanza:
Continuamos nuestro paseo por la ciudad visitando otro de sus enclaves histórico, el Castillo de la Buena Esperanza (50 ZAR / Adulto). Llama la atención pensar que la fortaleza estaba ubicada en su origen junto al mar, cuando a día de hoy, con motivo de las tierras ganadas al mar, hay una distancia considerable hasta la costa. El su interior se pueden visitar varias salas (Tortura, armamento, salones oficiales …), y desde sus almenas se tienen buenas vistas, tanto de la ciudad como de Table Mountain. En cualquier caso, nos pareció una visita muy prescindible, de la que nos quedamos con el rato que pasamos rodeados de escolares que estaban allí de excursión. Esta claro que los niños no tienen los prejuicios y el lógico rencor de los mayores.
De vuelta al hotel paramos un rato en la
Grand Parade y en el pequeño
Greenmarket.
Visita del Jardín Botanido de Kirstenbosch a las afueras de Ciuda ddel Cabo:
Ya por la tarde, tras descansar un rato en el hotel, cogimos nuestro coche de alquiler para dirigirnos al Jardín Botánico de Kirstenbosch. Tardamos bastante el llegar, porque el trafico de salida de la ciudad era bastante denso. La visita del jardín merece mucho la pena. Una maravilla pasar relajadamente por los distintos jardines, todos muy cuidados, disfrutando al tiempo de las vistas a las faldas del majestuoso Table Mountain.
Para terminar el día conociendo Ciudad del Cabo, nada mejor que ir a cenar al Restaurante Mama África, en la famosa Long Street. Se trata del restaurante más turístico de la ciudad, famoso por su combinado de carnes a la brasa, a base de carne de Cocodrilo, Kudu, Ternera, Avestruz, Venado y Jabalí. La comida esta buena, y el ambiente con música en vivo es muy agradable. Martina acabó bailando el Waka Waka con los músicos, y nos costó mucho arrancarla del escenario. Para volver al hotel, como ya era muy tarde decidimos coger un Uber. Es una solución muy económica, que evita algún susto a esas horas de la noche.